Hay que partir de la base de que los alquileres no son "para siempre", por lo tanto el casero no necesita ninguna excusa para darlo por terminado cuando agota su duración legal o contractual. Si ese contrato es de hace seis años, usted tenía derecho a tres años de prórroga y luego se prorroga por anualidades.
Pedro Hernández Olmo, abogado