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No todas las agencias son de fiar .- En febrero de 2013 un propietario quiso vender un piso de su propiedad en Cáceres por 120.000 euros. Encarga la venta a una agencia inmobiliaria y pacta una comisión a dicha agencia de 6.000 euros. Poco tiempo después, la agencia le convence para que acepte una oferta de 110.000 euros, por la que la agencia cobraría una comisión más baja, de 5.000 euros. El vendedor accede. La misma agencia dice al comprador que el precio final es de 113.000 euros y que en esa cifra ya se encuentra la comisión de la agencia por la venta. Comisión que en ningún caso correspondía pagar al comprador, tal y como se le explicó. Pero que van a escriturar por 110.000 euros, porque así lo pide el vendedor por motivos fiscales. Algo que era falso: al vendedor le dijeron que el precio final era de 110.000 euros, el mismo por el que se escrituraba ante el notario. Finalmente, se descubre la maquinación de los intermediarios, mediante la que la agencia cobraba en total 8.000 euros de comisión: 5.000 al vendedor y 3.000 al comprador. Los jueces sentenciaron que hubo un ocultamiento a ambas partes de las condiciones esenciales de la compraventa, como es el precio y la comisión a cobrar. Se condena por estafa a 2 años de prisión a dos personas de la agencia, así como a devolver los 8.000 euros. Quedan claras las conclusiones que podemos extraer de este caso. Sentencia de la Audiencia Provincial de Cáceres de 8/5/2015.