De sus palabras interpreto que alquilo un pisoen Lanzarote, luego subarrendó parte del mismo y a continuación, agosto 2016, se marchó a Galicia, encontrándose el piso cerrado a su vuelta, cuatro meses después.
Se puede interpretar que el dueño le puso un desahucio por subarriendo en su ausencia, que terminó con el desalojo y entrega al dueño por parte del juzgado de ese piso.
Eso suponiendo que durante este tiempo haya estado pagando el alquiler, porque de lo contrario sería un desahucio por falta de pago.
Pedro Hernández Olmo, abogado