Es un tema significativo, desde el punto de vista jurídico; solicitar permiso del dueño para sacar fotografías de una vivienda ajena va más allá de una cuestión de "buen gusto" ya que según el Tribunal Supremo: "el domicilio es un lugar espacial que la persona preserva a la curiosidad ajena y la captación de imágenes del interior del domicilio puede suponer una afectación del derecho a la intimidad". Es evidente por tanto la necesidad de obtener ese permiso previo, lo cual, desde luego, no autoriza a disponer de esas imágenes como si fueran propias, es decir no podrán ser objeto de difusión, más alla del ámbito familiar.
Pedro Hernández Olmo, abogado