Es legal, porque al ser fin de contrato, el propietario está cumpliendo la única condición que se le exige: comunicar fehacientemente sus intenciones con al menos 30 días de preaviso antes del fin del contrato. No tiene que justificar su decisión, y es libre de no renovar o requerir nuevas condiciones.
Si usted acepta, también es legal que se actualice la fianza según el
artículo 36 de la LAU.
Hasta aquí la parte legal. Ahora, mi consejo como inquilino es que usted mire cómo está el mercado en su zona, en las grandes ciudades ya hay bajadas. Quizá usted esté en posición de decirle al propietario que elija entre congelar el precio o tener que buscarse otro inquilino.