Hace un par de meses entré a vivir en un piso cuyo sistema de calefacción es bombonas de gas propano. Hace un par de días (y tras la pertinente revisión de la caldera) pusimos la calefacción. La bombona se agotó rápidamente, lo cual nos extrañó, y al ir a cambiarla, notamos en el patio un tremendo olor a gas, así como ruido de fuga. Llamamos rápidamente (y sin antes avisar al dueño) al servicio técnico para que lo subsanasen lo antes posible. Además nos dimos cuenta de que las gomas llevan caducadas desde el 2006.

¿A quién le corresponde correr con este gaso, a mí como inquilina o al dueño?

Muchas gracias.