Sí es legal fijar el derecho de inspección. Lo que no es legal es intentar un abuso de ese derecho.

Usted sí puede inspeccionar el bien arrendado, con una frecuencia razonable, y por supuesto accediendo en la presencia de su arrendatario.

Usted no puede entrar libremente y a su antojo en la vivienda arrendada y desde luego nunca sin la autorización de su inquilino.

Lo prudente es pactar, por ejemplo, dos fechas posibles en cada mes. Digamos día 5 y 20 de cada mes, con aviso previo de 24 horas como mínimo. Y con obligación del inquilino de aceptar al menos una de las dos cada mes, y pudiendo negar una de ellas.

En algún caso hemos pactado visitas de esa forma, pero si me permite el comentario.... lo verdaderamente importante es mantener una buena relación con el inquilino. Por más que se quiera dejar todo "atado y bien atado", si no se actúa con cierto tacto todo se complica. Eso sí, al menos al estar pactadas fechas concretas le será más fácil acreditar la negativa a la inspección si esta se produce.

Un saludo.