Por ley, los contratos de alquiler de pisos son de un año prorrogables automáticamente hasta un total de 5 años.

Aunque el contrato se haya pactado con una duración inferior y siempre que estes al corriente de pago del alquiler y los suministros de luz, telefono ... el propietario está obligado a renovar anualmente el contrato de alquiler si el inquilino lo desea hasta un máximo de 5 años.

A partir del quinto año, la Ley de Arrendamientos Urbanos prevee la posibilidad de que el contrato se puedra prorrogar anualmente por otros tres años más hasta sumar un total máximo del periodo de alquiler de ocho, pero en este caso ya es por acuerdo entre ambas partes.

Esto quiere decir que en los primeros cinco años el propietario está obligado a prorrogar el contrato si el inquilino quiere, pero una vez que finaliza este periodo inicial, es necesario que estén de acuerdo, tanto el inquilino como el propietario para las sucesivas prórrogas.