Si la propietaria le ha hecho esa comunicación por escrito, guárdela como oro en paño.

Usted tiene derecho a permanecer en la vivienda hasta noviembre del año que viene, que es cuando se agotan los tres años a los que usted tiene derecho a permanecer en la vivienda. La venta no es una razón legal por la que el propietario pueda echar a un inquilino con un contrato en vigor.

Distinto habría sido si la propietaria necesitase la vivienda para uso propio. Por eso es tan importante que usted pueda probar que ella quiere vender la vivienda en vez de habitarla.


Por último, como es casi seguro que usted no tiene el contrato inscrito en el registro de la propiedad, no acepte visitas de posibles compradores. Porque ellos sí podrían rescindir el contrato y dar tres meses para el desalojo. Cambie ya el bombín de la cerradura.