En junio de 2018 la prórroga obligatoria para el casero y potestativa para el inquilino era de tres años, habría que ver si esa ampliación a cinco era potestativa para ambos, para ello habría que leer ese contrato. Lo que está claro es que el casero no puede darlo por terminado al concluir el primer año porque desee venderlo.
Pedro Hernández Olmo, abogado