Las garantías que en la práctica pueden exigirse a la hora de firmar un alquiler son las siguientes:

1.- Solicitar al inquilino un informe de solvencia, esto es, nómina y contrato, no es suficiente con solicitar nómina pues hoy en día no todo el mundo tiene un contrato de trabajo fijo y sería un gran riesgo si el contrato del inquilino es sólo de unos meses.  De una nómina se pueden extraer bastantes datos de nuestro futuro inquilino, como por ejemplo la empresa en la que trabaja, el cargo que ocupa, la antigüedad en la empresa y las cantidades que percibe mensualmente en concepto de nómina.  Así mismo el contrato nos dice si es definitivo o temporal , pudiendo incluso solicitar de su empresa que lo certifiquen (recomendable).

2.- Solicitar fianza – el arrendatario está obligado por ley a abonar como fianza una mensualidad de renta, pero es conveniente exigir más de una mensualidad para quedar más protegidos, es conveniente pedir 4 meses de fianza.

3.- Solicitar un aval bancario – si el informe de solvencia no nos ofrece las garantías suficientes, entonces habrá que solicitar un aval bancario.  Un aval bancario consiste en que un banco nos garantiza que si el inquilino moroso no nos paga, el propio banco asumirá el pago de las rentas dejadas de percibir, por lo tanto, es la mejor garantía de que no tendremos problemas con los pagos de la renta de alquiler. Sin embargo, exigir un aval bancario puede retrasar mucho lograr alquilar el piso pues los bancos no dan avales con facilidad y en muchos casos exigen al inquilino que deposite la cantidad avalada en el banco quedando ésta inmovilizada durante el tiempo que dure el alquiler. El aval bancario ha de ser SOLIDARIO.