11 meses es la duración habitual de un contrato en fraude de ley.
Si esa vivienda va a ser su domicilio habitual, si va a residir en ella, usted tendría derecho a permanecer en la vivienda durante cinco años, siete si el propietario es persona jurídica, sin abonar un céntimo en concepto de "renovación". Daría igual lo que diga el contrato.
Los 11 meses se suelen poner en la falsa creencia del propietario de que al ser el contrato de menos de un año ya no aplica la parte de la Ley de Arrendamientos Urbanos referida a la vivienda habitual, y saltarse entre otras cosas las prórrogas obligatorias a favor del inquilino. Los jueces están cansados de sentenciar que la calificación de "vivienda habitual" no viene por lo que se escribe en un papel sino por el uso real y efectivo que se le da.