Villa a estrenar con vistas en Jesús Pobre
Esta villa reformada se encuentra en un terreno de 5.420 metros cuadrados, lo que proporciona un amplio espacio para disfrutar al aire libre. La casa consta de 2 plantas y cuenta con 4 dormitorios dobles y 3 baños, lo que la hace ideal para familias o grupos grandes. Cada dormitorio está equipado con aire acondicionado por conductos frío/calor, lo que garantiza una temperatura agradable durante todo el año. Al entrar en la casa, nos encontramos con un gran salón con chimenea y una zona de descanso espaciosa, perfecta para relajarse y disfrutar de momentos de tranquilidad. La cocina está totalmente equipada y cuenta con una mesa de madera en el comedor, que ofrece acceso directo a la terraza. La terraza, por su parte, se divide en 4 zonas diferentes. En la zona de barbacoa, los residentes podrán disfrutar de deliciosas comidas al aire libre. La piscina es perfecta para refrescarse en los días calurosos, mientras que las 2 zonas de chill out, con sus enormes sofás, ofrecen unas vistas impresionantes al mar y a la montaña. En la planta baja de la casa, se encuentra un dormitorio con baño propio, así como una cocina de soporte que puede servir como una zona independiente para los invitados. Además, hay una zona extra con una mesa de billar, ideal para pasar momentos divertidos con amigos y familiares. El terreno de la villa es inmenso y solo cuenta con 2 casas en la montaña, lo que garantiza una total privacidad y tranquilidad. Es el lugar perfecto para aquellos que buscan alejarse del bullicio de la ciudad y disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor. Jesús Pobre es un pequeño pueblo situado en la ladera suroeste del parque natural del Montgó. Jesús Pobre se encuentra a 15 min de Denia y de Jávea y la manera más fácil de llegar es siguiendo la indicación de la carretera principal que acaba en Jávea. Además de ser un pueblo con un encanto natural por su localización, belleza, historia y gentes, es uno de los mejores ejemplos de movilización vecinal que ha revivido su patrimonio humano y cultural a través de, entre otras iniciativas, un mercado que tiene lugar todos los domingos del año. Aún se encuentra paseando por los alrededores de Jesús Pobre algún recodo del bosque original de carrascas que en algún tiempo debió ser el paisaje habitual de la zona. Estos bosques maduros han dado paso a paisajes más humanizados de palmeras, pinadas e incluso olivos milenarios. El cultivo predominante de la vid y los pocos almendros y naranjos que aún existen constituyen un paisaje cambiante según la estación del año en que se visite. Dominando este paisaje se eleva el Montgó. Desde donde se pueden ver Ibiza y Formentera en los días claros. Los riuraus son unas construcciones rurales típicas de la región que servían para secar las uvas y que en el caso del Jesús Pobre ha sido reconvertido en el lugar para organizar cada domingo desde 2013 un mercado local donde los vecinos venden productos de la zona. El mercado está sirviendo para dar valor a los vecinos, para recuperar tradiciones locales, para mantener vivas otras, pero sobre todo para revitalizar y dar un nuevo aire a la zona.